grullas en la nieve
Amanece en Gallocanta,
todo esta en calma y solo se oyen mis pisadas en la nieve. Camino hacia un
pequeño escondite de madera donde me
espera un largo día de frío y viento, empieza a nevar otra vez, ya dentro en el escondite se empieza a oír el
griterío de grullas y sus aleteos, es uno de los espectáculos de la naturaleza
mas bellos que he visto (el día anterior habían estimado que se encontraban en
la laguna en torno a 80.000 grullas) me preparo el equipo fotográfico y no
tardan en acercarse los primeros animales.
El griterío que producen las grullas es ensordecedor todas empiezan a
levantarse de sus dormideros y dibujan grandes estelas en el cielo, las grullas
mas cercanas comienzan a danzar y cantar. La nieve hace que los animales
resalten contra el fondo blanco y genere una fotografía mas contrastada y
definida es perfecto para lograr otro tipo de composiciones que si no estuviese
la nieve no se podrían lograr.
Alrededor de donde me encuentro comienzan a acercarse, tengo
mas de cien grullas y la mas cercana se encuentra a unos tres metros de
distancia, dispongo de un 300mm de focal así que puedo realizar algunos
primeros planos de estas bellas aves.
Las primeras fotografías son una aglomeración de pájaros sin ningún
sentido, muchos de los animales se solapan en la fotografía y generan una toma
confusa y sin ningún criterio estético. Hay gran cantidad de grullas y mi
intención es aislar lo mas posible los individuos para realizar una fotografía
mas armónica y que de sensación de lugar, hay peleas, carreras, empujones, danzan
y cantan, el obturador no deja de funcionar, disparo en ráfaga con servo
continuo y medición puntual, si miro a lo lejos solo veo grullas y mas
grullas en un lateral del escondite se
encuentran algunas grullas aisladas relativamente cerca que puedo fotografiar y
conseguir resultados que me empiezan a gustar.
La mañana va
trascurriendo y comienza a nevar otra vez, mas y mas grullas se empiezan a
acercar para alimentarse de los granos
esparcidos que coloque por la mañana.
El día va trascurriendo y los animales no abandonan el
lugar, por la tarde la nieve ya casi a desaparecido y muchas de las aves que
estaban por la mañana se han marchado, solo queda un grupo de unas cincuenta
grullas que terminan yéndose sobre las seis y media de la tarde, recojo los
trastos pensando en el transcurrir del día, cansado pero satisfecho de la experiencia
y las fotos, pensando en que no se si volveré al año que viene, pero siempre
vuelvo.
EL CUENTO DE LAS MIL GRULLAS
Las Grullas son aves migratorias,
pasan en algunas zonas de España los meses de invierno. Son animales elegantes
y de una gran belleza y unas de mis aves favoritas, en algunos países las
veneran y son sinónimo de buena suerte, es un ser mágico que se a ganado un espacio místico en las sociedades
orientales, regalando fidelidad, fuerza, y esperanza la figura de la grulla esta rodeada de un aura
de espiritualidad y a sido una fuente de inspiración para poetas, pintores,
fotógrafos y artistas de todas las partes del mundo, este bello animal también
inspiro a la escritora Elsa L. Bomemann
la historia de la pequeña Naomi Watanabe.
Naomi Watanabe y Toshiro Ueda eran dos chicos nuevos en el
mundo, dos grandes amigos en un mundo de mayores, vivían en Hiroshima en 1945 y
cuando cayo la bomba nuclear consiguieron escapar de aquella catástrofe, pero
Naomi enfermo y en el hospital cuando su
amigo fue a visitarla Naomi le contó que tenia que hacer mil grullas de papel y
solo tenia unas pocas en la mesa, (una creencia popular japonesa, asegura que
haciendo mil grullas de papel se logra alcanzar la larga vida y la felicidad). Su amigo sin pensarlo busco y
recogió todo tipo de papeles que
encontró en el hospital y se dispuso a realizar sin cansancio las 980 grullas
que faltaban…
Un cuento que te hace pensar, altamente recomendable. A
partir de esta historia multitud de iniciativas solidarias han puesto este
nombre en sus proyectos, 1000 grullas representa la esperanza y fuerza de todos
nosotros. http://www.taringa.net/posts/info/1430583/Mil-Grullas-por-Elsa-I-Bornemann.html